Manifiesto

Ciudad de México a 14 de junio de 2021.

La naturaleza de las sociedades occidentales contemporáneas es delicada, pues atraviesan una tentativa de deconstrucción interna que cercena constantemente su relevancia social, la tacha de anticuada, de inservible; busca cambiarla por paradigmas morales que relativizan el valor humano, o que se contradicen en una búsqueda parcial de la justicia o de la dignidad que, bajo estos estándares, solo aplican con rigor en aquellos que adhieren sus doctrinas políticas, menospreciando sistemáticamente e, incluso, persiguiendo ideológicamente a quienes tachen de adversarios con irreverentes adjetivos como "facha", "retrógrado", "antiderechos", en defintiva, adjetivos cuyo propósito es un impacto psicológico donde, el militante que crea en esos postulados, reste valor humano a las personas en quienes lo usen.

En razón de esto resulta importante dar reivindicaciones a todas estas personas perseguidas, fortaleciendo las instituciones que sirven de dique de contención. Una de ellas es la familia, la analogía con la que la Casa de Pimentel se erige, tratando, esperando en Dios, aspirar a la conformación de un núcleo que sirva como esfuerzo político, que pueda a su vez reflejar positividad a quienes especten nuestro proyecto, pues las familias son los núcleos políticos primarios donde se gestan las resistencias y los valores.

Las reivindicaciones de la hispanidad, de la historia del México real, en particular del I y II Imperio y su reflejo incluso a una posibilidad de propuesta política que debe ser construida por la sociedad, de ser el caso, así como la importancia de instituciones como la Iglesia, incluso en la vida secular, así como de las libertades individuales, resultan importantes y es de nuestro interés llevarlas a la mesa.

Para conocer la naturaleza de la estructura de la Casa te dejamos a disposición los estatutos;

@CasadePimentel
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